La apicultura es una rama de la zootecnia que representa una gran fuente de riqueza por los múltiples beneficios que se pueden obtener a través de la explotación artesanal o industrial.
Además de conseguir la miel como producto principal, también se puede producir polen, cera, jalea real, propóleo y se obtener ingresos adicionales en la venta de núcleos, colmenas, reinas y alquiler de colmenas para polinización.
Con la ayuda de nuestro apicultor Rixcer Jaime Quinde, revisaremos la colmena, teniendo a nuestra disposición las herramientas necesarias como: Overol, guantes, careta o velo, botas, espátula y un ahumador.
Las abejas necesitan agua abundante y limpia, la que emplean para regular la temperatura interna de la colmena en el verano y para consumo como agua de bebida. Cada colmena necesita de 1 a 2 botellas de agua por día.
Es recomendable hacer una inspección a cada colmena por lo menos cada 15 días. El objetivo de la revisión es asegurarnos del estado de la misma.
El único motivo que induce a las abejas a morir trabajando es el de guardar o almacenar alimento para poder sobrevivir durante la época de escasez de polen y néctar que generalmente coincide con el invierno.
Las abejas son atacadas por diferentes tipos de patógenos en todos sus estados de vida. Generalmente las enfermedades atacan en temporadas de escasez de alimentos o cuando las colmenas están muy débiles, también se pueden enfermar por consumir alimentos o agua contaminada.
Cuando una colmena está a punto de desaparecer por debilidad poblacional lo más recomendable es donarle crías, miel y polen para que pueda reponerse.
La reina busca un día soleado y tranquilo y se lanza fuera de la colmena acompañada por un cortejo de zánganos que van tras ella en rápido vuelo. Este puede durar de 20 a 25 minutos, los zángano más resistentes y veloces fecundan a la reina y luego mueren.
La reina comienza la postura de huevos tres días después de fecundada, función que se normaliza a los diez días. En un termino de 24 horas una reina puede depositar entre 1500 a 2000 huevecillos, cada uno en su correspondiente celda.
El agradecimiento especial a la familia "Jamie Quinde" en nueva esperanza, San Ignacio.
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